El
ministerio de la evangelista Kayla Gabbard logró un impactante
récord al bautizar a 3,381 personas durante el evento “Meet Me in the
Water” (“Encuéntrame en las aguas”) el pasado fin de semana en Texas,
Estados Unidos.
La
celebración al aire libre reunió a unos 7,000 asistentes, muchos de los cuales
aceptaron a Jesús como Salvador y decidieron bautizarse en ese mismo momento.
La
jornada empezó a la orilla de un gran lago con oraciones fervientes, y el
equipo bautizó sin cesar durante dos días, soportando el intenso calor texano.
“Miles fueron libertados, curados, salvos, bautizados y
cambiados para siempre… en lugar de estar exhausta, estoy despierta y
maravillada. Personas literalmente vinieron de todo el mundo”, celebró Kayla.
Entre
los bautizados hubo asistentes internacionales de Asia, Holanda, Nueva
Zelanda y Canadá, evidenciando el alcance global del
movimiento evangelístico y su carácter inclusivo y abierto.
Kayla describió la escena como “un
retrato del libro de Hechos”, y reafirmó que “la Biblia
cobra vida ante nuestros ojos… estas cosas no solo son historia, siguen
sucediendo en el presente”, señaló en una publicación en redes
sociales.
El
ministerio de Gabbard viaja por todos Estados Unidos predicando
el evangelio y realizando bautismos al aire libre en campos, granjas y playas,
fomentando un despertar espiritual nacional y animando a miles a arrepentirse y
rendirse a Cristo.
Durante
los eventos, el equipo también ha presenciado curaciones y liberaciones
milagrosas. En agosto, un video mostró a un hombre en silla de ruedas siendo
transportado al río para su bautismo y luego caminando milagrosamente fuera de
las aguas.
Este
avivamiento espiritual ha motivado a voluntarios y creyentes a participar
activamente en la misión, viendo vidas transformadas y comunidades restauradas
por el poder del evangelio.
La
evangelista subraya que el despertar espiritual que recorre Estados
Unidos no tiene fronteras: “La fe se renueva y la Biblia
prueba su vigencia, porque Dios sigue obrando milagros en la actualidad”.
Estos
bautismos masivos son testimonio de que el llamado de Jesús a seguirle y ser
bautizado sigue vigente, mostrando la fuerza del evangelio para salvar, liberar
y sanar en cualquier contexto y generación.
Estos
encuentros evidencian un tiempo de avivamiento, donde las historias de
conversión y sanidad se vuelven cotidianas, alentando a creyentes a esperar y
trabajar por más milagros en sus regiones.
Kayla concluye su mensaje enfatizando
que “todo lo que vivimos y vemos es para la gloria de Dios y para
que Su nombre sea exaltado en la tierra”, ratificando el compromiso
misionero de llevar esperanza y salvación por todo Estados Unidos y
el mundo.